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ESF COLABORA CON SAN JOSÉ DE BOCAY (NICARAGUA) Y LA FUNDACION ATDER-BL PARA MEJORAR SU ACCESO AL AGUA Y AL SANEAMIENTO

San José de Bocay es un municipio del norte de Nicaragua, en la provincia de Jinotega, con importantes problemas en la calidad del suministro de agua y saneamiento. A raíz de la declaración de la pandemia de COVID-19, garantizar estos servicios ha tomado la mayor relevancia, ya que son imprescindibles para poner en práctica las principales recomendaciones de prevención contra el virus. Esf colabora con la municipalidad y con la Fundación ATDER-BL para conseguir poner en marcha un proyecto que resuelva este problema a 1357 familias y mejore el acceso a saneamiento en 5 escuelas y 2 centros de salud en 5 comunidades.

Kininowas, Cuatro Esquinas, Aguas Mansas, La Esperanza y Los Ángeles son cuatro localidades de San José de Bocay que han multiplicado su población notablemente en los últimos decenios y cuyo desarrollo y bienestar está seriamente limitado por la disponibilidad de agua potable y servicios de saneamiento. Tras evaluar distintas posibilidades, Esf está trabajando para dotarlas de suministro de agua domiciliaria, además de letrinas para sus centros de salud y escuelas. Se contempla también la realización de un proyecto agroforestal para conservar la cuenca que recoge el agua que alimenta a San José.

Siguiendo la política actual de Esf, se ha suscrito un convenio de cooperación con la municipalidad para el desarrollo de la zona. Como parte de él, se prevé realizar cursos de formación a la población para profundizar en las cuestiones usuales para la conservación y operación de las instalaciones, en temas de higiene y utilización razonable del agua, inclusión de colectivos marginados, en temas de derechos humanos y especialmente en los temas relacionados con el género, de igualdad y de masculinidad. La zona tiene altos índices violencia en esta cuestión. Se va a aprovechar, también, la connivencia de la municipalidad para realizar cursos de desarrollo productivo, haciendo énfasis en la capacidad de las mujeres y, así, poder obtener unos ingresos que permitan salir a las familias de la situación de extrema pobreza en que se encuentran.

Hay que destacar también, la sintonía con la contraparte, la Asociación de Trabajadores de Desarrollo Rural – Benjamín Linder (ATDER-BL). La Asociación es una ONG creada hace más de 20 años, tras el asesinato de un joven ingeniero estadounidense enamorado de la zona. Benjamin Linder diseñó el aprovechamiento de su energía hidráulica y demostró cómo se podía abastecer de energía a esas comunidades tan alejadas y perdidas. Energía sin fronteras colaboró con ella en la instalación de una central hidroeléctrica, con la captación y la instalación de una turbina kaplan de 30 KVA en el año 2011 y, posteriormente, en el suministro de agua domiciliaria en la comunidad de Pueblo Amado.

Este proyecto está en línea con la consecución de los ODS 3, 4, 5, 6 y 15.