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Aprobada la nueva Directiva de Eficiencia Energética

 

                                                                                                 Por José Luis Trimiño

Después de un tiempo de discusión en las instituciones europeas -la Right to Energy Coalition lo ha seguido muy de cerca-, la UE ha aprobado ya, al máximo nivel (decisión conjunta del Consejo y del Parlamento Europeos) la Directiva Europea de Eficiencia Energética.

La Directiva busca que el consumo final de energía en el conjunto de la UE se reduzca al menos un 11,7% en 2030, en comparación con lo previsto en 2020. Da flexibilidad a los Estados miembros para alcanzar esa meta.

La nueva Directiva sustituye a la existente sobre eficiencia energética, aprobada en 2012 y actualizada en 2018. La meta fijada para 2030 supone que el consumo final de energía para toda la UE sea inferior a 763 millones de toneladas de petróleo equivalentes y que el consumo de energía primaria sea menos de 993 millones de toneladas. El primer objetivo es vinculante para todos los países mientras que el segundo es indicativo. Cada país tendrá que fijar sus contribuciones indicativas y las trayectorias que prevé para alcanzar esa meta. En 2024 deberán presentar sus planes finales. Un anexo a la Directiva establece una fórmula, indicativa, para calcular la contribución de cada uno -y admite algunas posibilidades de desviación-. La Comisión Europea calculará si el total de las contribuciones supera el 11,7% de reducción total y, si no es así, propondrá correcciones.

La Directiva fija también metas anuales de reducción, que van desde el 1,49% (2024) hasta el 1,9% (2030). El cálculo del ahorro de energía puede incluir las medidas que cada Estado miembro tome en aplicación de otra legislación europea (a) Directiva de Rendimiento Energético de los Edificios (Energy Performance of Buildings Directive, EPBD), actualmente en revisión y b) Sistema de Comercio de Emisiones (Emissions Trading System, ETS) y de c) medidas de emergencia energética.

Para que el sector público sirva de ejemplo, la Directiva le establece unas obligaciones específicas: a) una reducción mínima del 1,9% anual en el consumo de energía -aunque admite no considerar en ello ni el transporte ni las fuerzas armadas, b) Que cada país renueve, cada año, al menos el 3% de la superficie construida de los edificios que son propiedad de organismos públicos.

La propuesta de revisar la Directiva fue presentada por la Comisión Europea en julio de 2021, entre los aspectos energéticos de la transición climática del paquete “Fit for 55”, que contiene una serie de iniciativas para: a) reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 (comparadas con los niveles de 1990) y b) alcanzar la neutralidad climática en 2050. El paquete “Fit for 55” consiste en una serie de propuestas interrelacionadas que modifican textos legislativos ya existentes o introducen nuevas iniciativas en distintas áreas de política y en sectores económicos. Con el plan REPowerEU, la Comisión propuso otros retoques a la Directiva.