Por Elvira Vilches
Llegué a Energía sin fronteras hace unos 6 años aproximadamente por pura causalidad. En aquella época yo estaba entusiasmada con mi trabajo de consultora de negocio de energía y agua en una gran empresa, aprendiendo muchísimo junto a importantes empresas del sector, creciendo como profesional pero sintiendo que personalmente necesitaba hacer un algo más que no sabía definir, canalizar esa parte de energía que pedía a gritos otro tipo de retos más trascendentes.
Navegando por internet aterricé en la web de Energía sin fronteras y me gustó lo que vi. Quería conocerles. Ramón Calvo me invitó a una sesión de acogida de voluntariado donde pude sentir la pasión y energía de los voluntarios senior presentando la fundación, los proyectos. Ya me iba cuando vi a José Mª Arraiza cerca de la puerta despidiendo a un chico y aproveché la ocasión para conocer más. Estuvimos charlando una media hora más y yo salí de la sede de Núñez de Balboa como voluntaria e ilusionada con mi primera misión, la Task Force de voluntariado. Nada más y nada menos que formar equipo con Lucila Izquierdo, Eduardo Anaya, Lola, Natalia Caldés, Xisco, Jose Luis Trimiño y José Mª… ¡Qué buenos recuerdos guardo de aquellos días! ¡Cuánto aprendizaje y buena sintonía!
ASÍ ESTAMOS… Actualmente coordino el equipo de Derechos Humanos y Género desde que Hernán Cortés “conquistó” mi atención en la reunión anual de amigos y voluntarios de 2019. Me impactaron sus palabras referentes a la mirada triste de las niñas de los poblados beneficiarios del proyecto Corylus en Honduras, víctimas de violencia y abusos sexuales. Me dije a mí misma que NO HAY DERECHO A QUE PASEN COSAS ASÍ y me ofrecí a formar un equipo con foco exclusivo en este ámbito.
Un enorme agradecimiento a este gran equipo diverso, multicultural y multidisciplinar: Lucila, Carmen, Berni, Nina, Alicia, Chema, Kristin, Carolina, Estela, Luci, Mª José, Mª Antonia, Leo, Mabel, Javier, José Luis, Mariano. Siento que trabajamos para transformar vidas sin dejar a nadie atrás.
Y SEGUIMOS… Mientras escribo estas líneas, domingo por la tarde, la actividad en Esf no cesa. Esta vez el “culpable” ha sido Carlos Sallé que nos ha enviado algunas píldoras sobre la COP26 … ¡y nos hemos venido arriba! SOMOS ASÍ.