Iberdrola, líder mundial en energías renovables, ha integrado la Agenda 2030 en su estrategia y en su sistema de gobierno corporativo, convirtiéndola en el eje central en la toma de decisiones. Los 17 objetivos que la conforman suponen un plan estratégico para el sector privado, representando la única oportunidad de salida de la crisis COVID 19 y de crecimiento en el medio y largo plazo. Una de las acciones más relevantes ha sido la reforma de nuestro sistema de gobierno corporativo aprobada por el Consejo de Administración, para incluir el detalle de impacto de la Agenda 2030. La inclusión del Dividendo Social y la formulación del Propósito de Iberdrola son dos buenos ejemplos de la importancia de la sostenibilidad para nuestro Consejo de Administración.
Para poder aprovechar las oportunidades de un desarrollo sostenible, en Iberdrola creemos que, en primer lugar, es necesario asumir que no todas las compañías pueden adoptar compromisos de máximos con cada uno de los 17 objetivos. Cada empresa debe detectar cuáles son sus ODS prioritarios y vincularlos con su actividad. En el caso de Iberdrola, líder mundial en energías limpias, los objetivos prioritarios son el ODS 7, energía asequible y no contaminante, y el ODS 13, acción climática. Sobre este enfoque, trabajamos de forma innovadora para avanzar en su cumplimiento con objetivos ambiciosos que van más allá de la actividad diaria. Me gustaría resaltar el compromiso indiscutible de la alta dirección con la Agenda 2030: Iberdrola ha incluido objetivos concretos vinculados a las metas de los ODS con referencia temporal de medio y largo plazo y estos objetivos están también vinculados a su retribución empresarial y descienden en cascada al resto de empleados.
Con relación al ODS 7, Iberdrola cuenta con su programa de acceso universal “Electricidad para Todos” con el objetivo de triplicar el número de beneficiarios para el año 2030. En el eje de energías renovables, Iberdrola es un referente mundial en su promoción con más de 30 gigavatios de energía renovable instalada pero, como ya hemos mencionado, la Agenda implica ir un paso más allá de nuestra actividad operativa normal. Asumiendo este liderazgo, en nuestra revisión del Plan Estratégico hemos planteado un crecimiento muy significativo de 60 gigas adicionales para el año 2030 (triplicando la capacidad actual hasta alcanzar 95 GW).
Con relación a la eficiencia energética, somos unos firmes convencidos de que la electrificación de la economía es la vía más rápida y eficiente de alcanzar la descarbonización. Tenemos datos concretos: por ejemplo, 60 millones de toneladas de CO2 evitadas en los últimos años gracias a la electrificación. Sin embargo, para avanzar queremos integrar nuevos planes que incluyan el autoconsumo solar, la electrificación del calor y la movilidad eléctrica. Contamos con objetivos públicos de instalación de puntos de recarga y de flotas eléctricas.
Respecto al ODS 13, Iberdrola incrementó el año pasado su contribución a la lucha contra el cambio climático, limitando la intensidad de emisiones de 50 gramos de CO2 por cada kWh producido por el grupo de forma global. En el año 2015 habíamos acudido a la cumbre de Paris con objetivos concretos de reducción de nuestras emisiones para 2030 hasta alcanzar los 150 gramos de CO2 por kWh producido, pero la crisis de la COVID y la necesidad de intensificar la lucha contra la emergencia climática que estamos viviendo, nos llevó a este necesario impulso adicional que conlleva el mencionado incremento de capacidad renovable instalada para alcanzar la nueva meta.
Para Iberdrola, uno de los pilares fundamentales del camino hacia la consecución de la Agenda 2030 es la construcción de alianzas, tal y como establece el ODS 17. Nos gustaría destacar que esta Agenda es mucho más que un mero instrumento para la comunicación, subrayando que es necesario pensar una nueva forma de actuar, a través de alianzas multiactor que colaboren para cumplimentar los ODS. Un buen ejemplo de alianza es la que mantenemos con Energía sin fronteras, actor clave en la electrificación en países en vías de desarrollo. Con Esf trabajamos de forma conjunta en diversas iniciativas, tanto en la formación como en el diseño y la ejecución de proyectos concretos en Brasil, Kenia y México, donde hemos intervenido también junto con Save the Children en el saneamiento y abastecimiento de agua y energía a varios centros comunitarios, sanitarios y escuelas en el estado de Oaxaca.