La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) (www.oei.int) ha lanzado el «Modelo de Intervención del programa Luces para Aprender», una publicación que recoge el proceso de consolidación y los hitos de esta exitosa iniciativa a favor de reducir la brecha digital y la mejora de la calidad educativa de las escuelas rurales de Iberoamérica. El proyecto ha beneficiado a 25.934 estudiantes y 1.197 docentes de 556 escuelas rurales de comunidades aisladas sin energía eléctrica de 13 países. El Modelo de Intervención Técnico de LpA fue elaborado por la Fundación Energía sin fronteras en febrero de 2015 y ha sido actualizado por la OEI en 2020, tras los resultados obtenidos en la Evaluación de impacto regional de LpA, realizada en 2018 por Posible Evaluación y Desarrollo S.L. Energía sin fronteras confía en haber contribuido al éxito del proyecto piloto de LpA, así como en que su experiencia pueda servir para abordar otras actuaciones similares.
La OEI pone a disposición de los estados, organizaciones no gubernamentales, fundaciones, agencias de cooperación internacional y del público en general el Modelo de Intervención del programa Luces para Aprender, una publicación que reúne de manera organizada la información y experiencia adquirida en la implementación de esta iniciativa, después de casi una década de aprendizajes, así como las claves de su éxito, a manera de recomendaciones, para futuras actuaciones en la región.
El modelo de intervención, elaborado en español y portugués en colaboración con la Fundación Energía sin fronteras, se configura a partir de tres ejes: el primero hace referencia a los distintos hitos que se fueron alcanzando según las fases de diseño, ejecución y explotación; el segundo, se refiere a los elementos propios del proyecto, como energía, TIC, fortalecimiento docente, comunitario y sostenibilidad; y el tercero tiene en cuenta los aspectos transversales, donde se incluyen acciones de carácter complementario pero necesarias para la correcta implementación del proyecto, como son el seguimiento, el fortalecimiento institucional, la creación de alianzas, el principio de igualdad entre hombres y mujeres o el principio de educación ambiental y ciudadanía global.
Entre las oportunidades que ofrece este modelo de intervención se puede destacar que:
-Pone el foco en poblaciones vulnerables y aisladas geográficamente.
-Cuenta con una experiencia validada en diferentes países y contextos.
-Da una solución técnica en materia de energía respetuosa con el medio ambiente.
-Es un modelo fácilmente adaptable.
-Propone un flujo de trabajo e hitos desarrollado por fases y componentes.
Esta publicación se lanza en un momento en que la región latinoamericana se enfrenta a un panorama sin precedentes generado por la pandemia de la COVID-19. El sector de la educación ha estado en vilo al tener que enfrentar la problemática de millones de niñas y niños privados de sus clases presenciales y, entre ellos, aquellos que han visto suspendidas sus clases por completo al estar ubicados en áreas rurales, así como aquellos que no tienen acceso a la conectividad y a dispositivos digitales en sus hogares. En ese sentido, se hacen necesarias intervenciones para reducir la brecha digital que amenaza el acceso al derecho de la educación de los niños iberoamericanos y, con ello, el cumplimiento pleno del Objetivo de Desarrollo Sostenible N.º 4: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Así, el Modelo de Intervención de Luces para Aprender se convierte en una herramienta actual, eficaz y versátil para contribuir al logro de este importante objetivo.
Para Esf, el Programa LpA representó, en su día, un trabajo ambicioso, no sólo por la magnitud y amplitud de su alcance, sino porque consideraba como vectores necesarios para una educación de calidad, la unión de aspectos tecnológicos -el acceso a la electricidad y a las tecnologías de la información y la comunicación-, la capacitación de los docentes y el fortalecimiento de comunidades locales e instituciones. También, porque supo comprender desde el principio, el valor de la escuela como centro facilitador de los cambios sociales más urgentes en las comunidades, con una visión integradora y multisectorial poco usual en aquellos momentos. Participar en el Programa LpA ha significado para Esf una doble y enriquecedora oportunidad: por un lado, le ha permitido aplicar toda la experiencia acumulada en sus proyectos de acceso a servicios básicos de energía, agua y saneamiento en comunidades rurales aisladas, y por otro, mejorar sus propias actuaciones con el aprendizaje que ha representado su implementación en un número importante de escuelas rurales con una visión integradora y enfocada a las personas.
El equipo técnico de Esf que participó en el proyecto estuvo formado por Luis Paradinas, Lucila Izquierdo, Leire Iriarte, Beatriz Maroto, Kristin Dietrich, Eustasio Hoyos y Luis Miguel Uriarte.