El 30 de junio, la misionera Mercedes Arbesú cerró el ciclo de entrevistas/tertulias telemáticas que el área de comunicación de Esf organizó todos los martes durante el obligado confinamiento. Y el cierre estuvo a la altura de un ciclo excepcional porque Mercedes es un torrente de empatía, incluso on-line, y una experta en el mundo de la cooperación al desarrollo. Ella conoce muy bien “el otro lado de los proyectos”, el antes y el después en la vida que comparte con su comunidad.
Mercedes es asturiana de nacimiento pero africana de sentimiento, es periodista por formación y misionera por vocación. Como periodista, trabajó unos años en varios medios de comunicación pero un compromiso superior con lo trascendente y con los demás la llevó a profesar como Misionera de María Mediadora. Su primer destino misional fue Malawi, en la misión de Chezi, y de su larga experiencia allí nos habló Mercedes con pasión, allí encontró su lugar en el mundo y allí sigue derrochando eficacia y sensibilidad al servicio de sus hermanos africanos.
La misión de Chezi fue fundada en 1992 y actualmente acoge a 125 huérfanos y atiende a unos 21.000 pacientes al año. Chezi está en Malawi, país del SE africano con una extensión equivalente a una quinta parte de España y una población de 18 millones de habitantes (51% mujeres) de los que sólo un 13% tiene acceso a la electricidad.
Después de un paréntesis en Honduras y en Madrid, Mercedes vuelve a Malawi, a la casa que las Misioneras tienen en la capital, Lilongwe, como coordinadora de las misiones en el país, y en 2018 es elegida Superiora General de la Congregación. Para Esf ha sido un honor colaborar con ella en el proyecto de electrificación de Chezi, hoy una exitosa realidad, y esperamos seguir haciéndolo en el futuro próximo. Todas las manos son pocas cuando se trata de atender necesidades tan básicas como el acceso universal a luz, agua y saneamiento (ODS 6 y 7 de la Agenda 2030).
La charla con Mercedes nos transmitió la perspectiva del socio local, subrayando muchas de las cuestiones que afectan sustancialmente al desarrollo de los proyectos y que en la distancia pasan más desapercibidas. Mercedes hizo hincapié en que las actividades de sensibilización y formación son imprescindibles para que los proyectos de cooperación sean asumidos por sus beneficiarios. Su Congregación trabaja en Malawi en aspectos asistenciales, pero quiere intervenir también en desarrollos productivos. Ayudar a la formación de personas de allí en estos temas puede ser el próximo campo de colaboración con Esf y ahí estaremos a la llamada de Mercedes.