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Mi experiencia en Esf: utilidad social y satisfacción personal

                                                                                                                          Por Encarna Sanz Gil

Me incorporé a Energía sin fronteras en 2017, cuando me prejubilé y quise contribuir, desde la sociedad civil y el tercer sector, en alguna actividad relacionada con la energía.

Tuve la suerte de conocer Esf a través de Lucila Izquierdo y Enrique Alcor en mi anterior ocupación, me gustaron los objetivos de la organización y esa mirada horizontal de Lucila hacia cualquier persona, desde el respeto, y porque siempre se puede aprender.

Cuando se inició un proyecto relacionado con la pobreza energética en España, me incorporé muy ilusionada al grupo comandado por Fernando Urquiza. La aproximación de Esf a este problema en España no tiene nada que ver con solucionar el aislamiento energético de otras partes del mundo donde tenemos proyectos, pero hoy, me parece a mí, esta actividad se encuentra bien encuadrada en la estrategia de la Fundación.

En el grupo de Pobreza energética, con Sergio Arteta, Carlos González, Javi Santos y Mercedes Jul, hemos realizado, sobre todo, formación e información. El primer trabajo fue en colaboración con Fundación Naturgy y Ecodes, y, más recientemente, hemos realizado talleres en centros de acogida de Cáritas Madrid y en el Ayuntamiento de Coslada, entre otros. Personas en exclusión social a las que informamos y asesoramos sobre el bono social, su derecho y tramitación, cómo ahorrar energía en el hogar y qué deben tener en cuenta en el alquiler de su próxima vivienda; también, para ayudar a entender las facturas y contratos de gas y electricidad, todavía más confusos desde la crisis del gas y la guerra de Ucrania y la subida del coste de la electricidad.

Un reto para mí ha sido preparar talleres de ahorro energético para los niños entre 8 y 16 años de los centros de acogida de Cáritas; creo que resultaron muy bien, los niños entienden lo que es la energía y son sensibles al efecto de sus buenos hábitos en el cuidado del planeta.

Colateralmente, desde el verano del año pasado, os confieso que tengo una gran actividad en asesorar a los amigos con la factura eléctrica, que a todos nos tiene obsesionados.

Por último, os dejo dos reglas de oro para ahorrar energía en casa que rebajará lo que afecta al 75% de vuestra factura.

∙         Calefacción: 20/17/15 (con un termostato regula a 20C cuando estás en casa, 17C durmiendo y 15C cuando no estás).

∙         Agua caliente: Dúchate en 5 minutos, lo que dura una canción.