Proyecto Casa do Gaiato en Mozambique
Por Carlos Muñoz
A finales del pasado mes de marzo hemos realizado el viaje de identificación para el proyecto Casa do Gaiato, que se localiza en el distrito de Boane, a una hora y media al norte de Maputo, la capital de Mozambique.
El proyecto, financiado por EDP Portugal, y con un equipo formado por Energía sin fronteras, Azimut 360, Fundación Mozambique Sur y Casa do Gaiato, consiste en el estudio y suministro de una instalación con energía solar para servicios en Casa do Gaiato.
Viajamos a terreno María Vivancos y Jordi Monge de Azimut 360 y yo mismo, con la misión de conocer el lugar, su historia y sus actividades, hablar con los usuarios sobre los servicios y usos que hacen de la energía y, en definitiva, tomar datos y conseguir las curvas de demanda y sus características en orden a optimizar el diseño de la instalación. La visita ha sido muy útil, especialmente por la entusiasta acogida de la directora Quiteria Protazio, alma del Centro, y de sus colaboradores en las diferentes responsabilidades.
María José, enfermera española que años atrás visitó el centro y luego se vinculó al proyecto, trabajando estrechamente con la actual dirección, me relató la historia. En los años 40 del pasado siglo el padre Américo inició en Portugal la recogida de niños con problemas y fundó para ello las Casas do Gaiato. Posteriormente el padre José María Ferreira, continuó el proyecto en Portugal, Angola y Brasil. Después de la independencia de Mozambique en 1975, tuvo lugar una cruenta guerra civil que duró de 1977 a 1992. La zona en que se ubica Casa do Gaiato fue muy castigada y el gobierno de entonces invitó a la organización de Casa do Gaiato a instalarse en la zona para dar cobijo a los muchos niños huérfanos y con grandes carencias que quedaron tras la contienda. Desde Brasil, el P. José María, con la colaboración de la religiosa Quiteria, deciden construir las casas de acogida primero en la capital Maputo y luego en Massaca. Hace 23 años se inició el proyecto, empezando por sanear los campos minados durante la guerra. Poco a poco se fueron haciendo las construcciones e instalaciones que hoy existen
Nos encontramos en un extenso terreno que denominan Casa en su parte alta, donde se alojan 154 niños (entre 3 y 18 años) que reciben todo tipo de cuidados y formación. Diariamente, otros 80 niños de las poblaciones cercanas acuden a las clases. En la parte baja de la finca, que denominan “Fazenda”, se desarrollan trabajos agrícolas con extensos cultivos de plátanos, frutales, moringa, vivero… con dotación de equipos mecánicos e instalaciones de riego desde 9 pozos existentes. En la parte destinada a Granja hay naves para la cría de pollos con una capacidad de 7.000, y una rotación de 1000 por semana. También se crían cerdos y disponen de molinos para la producción de pienso, y cámaras frigoríficas para conservación de carne y de frutas. También existe una parte más industrial para producción de bloques de hormigón, taller de carpintería y un aserradero. Es importante destacar que de toda la producción hay una parte para autoconsumo y el excedente se externaliza, con lo que se obtienen ingresos para el mantenimiento del centro.
El conjunto está atendido por una plantilla de 84 trabajadores, dirigidos por Américo en la parte eléctrica, Lucas en la hidráulica y Benito en los aspectos agropecuarios y de producción. Otras profesionales colaboran en el centro como la médico Pilar que atiende a la enfermería y Javier que es optometrista.
Entre los proyectos inmediatos están el aprovechamiento de la moringa para preparación de piensos y la obtención de aceite de las semillas… Lucia, de la empresa Zabaju que colabora en este proyecto, nos informa que próximamente se terminará una nave para realizar todas las operaciones necesarias.
Analizados los primeros datos, quedan claramente diferenciadas las necesidades de energía en dos épocas, la época seca (mayo-octubre) y la época húmeda (noviembre-abril). Nuestro estudio deberá contemplar esta singularidad. Medimos el importante caudal (estacional) de agua mineral de un manantial existente que valdría para dar agua de consumo a la Casa y el sobrante para el riego. Actualmente no se aprovecha.
En todo caso, el objetivo del proyecto, conocidas las buenas condiciones de radiación solar de la zona, especificará un campo fotovoltaico de 40 kWp que dé energía a diferentes unidades de consumo, entre ellas al bombeo de agua desde los pozos existentes.
Un último apunte entrañable. Todos los días, terminada la hora de la comida, antes de que los niños mayores encargados hagan su contribución recogiendo, limpiando y ordenando mesas, un reducido grupo de niños pequeños se aproximaba a la mesa en la que estábamos con la directora Quitería, a la que llaman “mamá”, para darnos un saludo cariñoso y recibir la correspondiente atención por nuestra parte.
Expresamente quiero agradecer a Raúl Cánovas que se ocupa de los temas gerenciales administrativos las facilidades e informaciones que tuvimos.
Con estas letras quiero manifestar que el proyecto empieza bien su andadura y tengo la certeza de que acabará con éxito, dadas las condiciones del Centro y el interés del equipo de desarrollo y de la entidad financiadora.