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Resultados de la COP-29 en Bakú

La Cumbre del Clima de Bakú ha concluido el viernes 22 de noviembre de 2024. Entre los principales resultados de la también llamada COP-29, celebrada en la capital de Azerbaiyán, destaca un acuerdo centrado en un nuevo compromiso de financiación climática internacional: por una parte, se unen más contribuyentes al objetivo de financiación y, por otra, la ayuda pública se concentra en la adaptación, en la evitación y reducción de riesgos climáticos.

Bajo el nombre de New Collective Quantified Goal (NCQG), el acuerdo supone una cifra de 300.000 Mio USD/año e integra dos cifras importantes. La primera, la petición de los países en desarrollo de alcanzar, en 2035, 1,3 billones de dólares. Esta cifra se tiene que conseguir entre todos los actores, públicos y privados, y tiene que dirigirse, exclusivamente, a estos países en desarrollo. En estas condiciones, los países desarrollados confirman su voluntad de contribuir con un aumento de su financiación pública. Tal y como establecía el Acuerdo de París, se trata de dar continuidad y aumentar al actual objetivo de movilizar 100.000 millones de dólares anuales. En Bakú se ha acordado triplicar esta cantidad para el año 2035 hasta, al menos, los 300.000 millones de dólares anuales. Otro hecho importante ha sido que otros países, más allá de los donantes tradicionales, con capacidades técnicas y económicas, han mostrado su intención de contribuir a este objetivo global. De esta manera, la cooperación sur-sur y la financiación a través de los bancos multilaterales de desarrollo se unirán de forma voluntaria a este compromiso. 

Además, en Bakú se ha cerrado el último elemento de desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de París que estaba pendiente desde 2018: los mercados de carbono. Este artículo (artículo 6.2) introduce la posibilidad de que haya intercambio entre las contribuciones de los países (NDC), es decir que, si uno va a emitir por debajo de su objetivo, pueda vender/intercambiar ese exceso de contribuciones (ITMO) a otro que los necesite, y que este se beneficie del apoyo financiero correspondiente.  La otra modalidad (Articulo 6.4) consiste en que países o sector privado que reduzcan sus emisiones con planes o proyectos, pueden vender los créditos generados a otro país o empresa para ayudar a cumplir sus compromisos NDC y parece que también a entidades privadas que estén bajo un sistema de comercio de emisiones como la UE, China, California, etc. Bajo esta modalidad, todas las operaciones tienen que estar acreditadas por un Órgano de Supervisión (la UNFCCC). Esto es lo más parecido a los mecanismos de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto.

Sin embargo, en Bakú no ha sido posible avanzar en cuestiones vinculadas a la mitigación ni asegurar la puesta en marcha de los acuerdos de Dubái en materia de energía. Tampoco ha habido acuerdo en la agenda de transición justa, una agenda clave para no dejar a nadie atrás en los procesos de transformación que están acometiendo los países.

 

 

 

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