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Por Carmen Vallejo

Dice Emily Esfhani Smith que el secreto para vivir bien, sentirse realizado/a, disfrutar y estar bien con una mismo/a y con los demás radica en cultivar una vida coherente y significativa. Para ello, esta autora señala que aspectos como el sentimiento de pertenencia o el propósito vital de ayuda y compartir redundan en una existencia más satisfactoria. Pues bien, las personas que gestaron y fueron artífices de la creación de Energía sin fronteras (Esf) y sus voluntarios/as, tuvieron y tienen entre sus propósitos permitir el acceso a energía y agua a diferentes países, comunidades y lugares a los que les faltan las infraestructuras necesarias.
Parafraseando al arquitecto Balkrishna Doshi,: “Los proyectos que Esf desarrolla en lugares con dificultades para el acceso a la energía, se conviertan en viviendas y comunidades que logren ser imanes de oportunidades”. El propósito conlleva en sentido amplio una implicación con el mundo. Como por ejemplo, avanzar en los derechos humanos, pero también implica un ámbito más cotidiano, como las acciones que desarrolla Esf entre las que se encuentran también disponer de una estrategia en Igualdad de oportunidades de hombres y mujeres, a través de un Plan de Igualdad. Justamente, la elaboración de su Plan de Igualdad supuso que por “azar” yo me incorporase como voluntaria a Esf, por mi experiencia en el diseño de Planes de Igualdad para diversas organizaciones. Digo azar, porque fue por la intervención de una voluntaria de Esf (que había sido alumna de un Programa de Formación que contenía un Módulo de Planes de Igualdad, que yo impartía). Cuando se puso en contacto conmigo, por si deseaba colaborar con Esf para implantar un Plan de Igualdad, mi respuesta inmediata fue que sí. En ese momento, pensé que las casualidades de la vida o un cierto azar habían intervenido. La experiencia desde ese momento con las personas de Esf y el diseño de la Hoja de Ruta del Plan de Igualdad, supuso todo un reto, pues se trata de una ONG con sus propias características, pero contar con un equipo de personas dispuestas a compartir y ayudar, y trabajando en muchas ocasiones a través de Webinars, ha dado sus frutos y actualmente es una realidad que Esf tenga implantado un Plan de Igualdad. Esto refleja su propósito y compromiso con la diversidad de género para que forme parte de su Plan Estratégico y que sea una caja de resonancia en sus proyectos y actuaciones. En resumen, tal vez hace unos años, no habría pensado como uno de mis propósitos ser voluntaria en Esf, pero fue una excelente decisión, más allá de si intervino o no el azar. Lo que considero esencial, y que forma parte de “mi hábito”, es prestar atención a lo que sucede en este mundo incierto y de cambio que habitamos. Ser voluntaria de Esf me ha permitido conocer a personas entusiastas, que están dispuestas desde sus conocimientos, a contribuir a que la energía, agua, etc. llegue a ciudadanos en distintas comunidades y países. Como leí en cierta ocasión: “Somos lo que hacemos día a día. La excelencia no es un acto, sino un hábito”. Mis felicitaciones a Esf por su Plan de Igualdad y por el 20 Aniversario que celebramos en 2023.