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Un viaje del corazón a la Institución Educativa Agroecológica de la Playa

Por Mabel Pérez

O cómo un proyecto de energía solar cambia nuestras vidas. Cuando me propusieron viajar al terreno en el proyecto de Energía sin fronteras (Esf) “Ilumina mi escuela para aprender”, no sabía muy bien qué me iba a encontrar. El proyecto consiste en la instalación de un sistema fotovoltaico en una escuela rural de Colombia, gestionada por la Compañía de María, una congregación religiosa que lleva más de 400 años dedicada a la educación. El objetivo es proporcionar energía limpia y sostenible a las instalaciones del centro, donde estudian casi 600 niñas y niños de la zona.

 

Desde el inicio del proyecto, me pareció una iniciativa interesante y solidaria, pero no imaginaba el impacto que tendría en mi vida. Lo que viví en ese viaje fue mucho más que una simple colaboración técnica. Fue una lección de humanidad, de generosidad, de esperanza. Una lección de vida.
Desde el primer momento, me sentí acogida por las Hermanas de la Compañía de María, que dirigen la escuela con una pasión y una entrega admirables. Ellas me integraron en su pequeña comunidad, me cuidaron, me facilitaron la gestión del proyecto y me abrieron las puertas de la confianza de los beneficiarios, las instituciones y la alcaldía. Pero, sobre todo, me enseñaron lo que realmente es importante en cooperación: las personas y lo que podamos hacer por ellas, poniéndonos siempre en su lugar y entendiendo y respetando su cultura y sus necesidades.
Estas cuatro mujeres son un ejemplo claro de la vida de entrega, de la alegría, del compartir y de pensar que con esfuerzo todo es posible. No existe la posibilidad de rendirse con ellas. Su trabajo es una luz que ilumina no solo la escuela, sino también el futuro de cientos de niños y niñas que sueñan con un mundo mejor.

 

Es mucho más grande lo que he recibido y aprendido de ellas, que lo que yo haya podido aportar. Por todo ello, les doy las gracias de corazón y les deseo lo mejor en su labor. Espero que este proyecto sea solo el inicio de una larga y fructífera colaboración entre Esf, la Fundación Juan Entrecanales de Azcárate, la Fundación Internacional de la Compañía de María (FISC) y la escuela de La Playa. Juntos podemos hacer la diferencia. ¡¡¡Gracias!!!