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Una colaboración gratificante

Siempre tuve el sentimiento de que había que ayudar a los más necesitados, pero hasta 2022 mi contribución se había limitado a ser socio de diversas organizaciones y a colaborar económicamente con las mismas. A mis hijos les imbuí algo de estas ideas, de forma que han sido voluntarios esporádicamente en alguna labor humanitaria, relacionada con las personas e incluso con los animales.

No sé si la semilla estaba dentro, pero en 2022 contactó conmigo Jesús Abadía, antiguo compañero de la empresa en la que trabajamos muchos años, para ofrecerme la responsabilidad del área de Administración en Esf, más amplia en funciones de lo que yo había hecho hasta ahora, aunque no muy ajenas a mí, y le costó convencerme de que aceptara lo que se tarda en beber dos cervezas.

La primera sensación fue de cierta inquietud, por si el asumir estas responsabilidades podía generarme algún tipo de ansiedad, a la que no había sido ajeno en mi vida laboral. Afortunadamente, me encontré con un equipo pequeño, pero estupendo e involucrado en la filosofía de Esf, aparte de la colaboración incondicional del anterior responsable, Antonio López, que se completó con la llegada de Silvia para el área jurídica, en la que podíamos ser más deficitarios.Así que desde entonces aquí estoy, dando lo mejor de mí mismo, porque el trabajo, aparte de ser útil para los demás, que es el fin de Esf, es muy gratificante para mí y me ha permitido implicarme en otras áreas que, aunque conocía, dada la especialización que tiene el trabajar en una gran empresa, no había podido gestionar directamente. El resto ha sido conocer a una gran familia de magníficos compañeros de otras áreas, con los que es un placer trabajar, por lo que todo es más fácil.